Antonio Rüdiger amplia la gama de alemanes que ha tenido el Real Madrid en su historia. En general, han tenido todos un gran rendimiento. Algunos ejemplos: Özil, Khedira, Toni Kroos...

Alemania es, junto a Francia, el gran caladero del Real Madrid en Europa, que complementan en Sudamérica Brasil y Argentina. La llegada de Antonio Rüdiger abunda en la veta germana del club blanco, que hunde sus raíces en los mismos orígenes del club, en la segunda década del siglo XX, y que ahora tiene dos estandartes en la primera plantilla: el propio Rüdiger y Toni Kroos, para muchos el mejor alemán que ha vestido nunca la camiseta del Madrid.
Con todo, el primer alemán que defendió la blanca fue Walter Rositzky, un medio que llegó al Madrid (aún no era Real) en 1913, procedente del Barcelona. Sólo jugó cuatro partidos con el club.
Tuvieron que pasar varias décadas hasta la llegada del segundo teutón al Madrid. El protagonista fue Gunter Netzer, que aterrizó en el Bernabéu en 1973, el mismo año en el que se abrían las fronteras del fútbol español. El holandés Cruyff llegaba al Barcelona y se separaban así las dos vías históricas de ambos clubes. Bernabéu eligió al cerebro del Borussia Mönchengladbach, un equipo que tuteaba en Alemania al mejor Bayern de la historia, pero su etapa en el Madrid fue corta, de tan sólo tres años. Sólo un año después de Netzer, siguió sus pasos hasta La Castellana Paul Breitner, ya campeón de Europa con el Bayern y del mundo con Alemania Federal.
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